Los vecinos de la zona rural se desmarcan de la reciente aparición de una docena de suidos presuntamente envenenados pero advierten de que este tipo de situaciones responden a un «descontrol» sobre la población de los animales y la «inacción» de la administración para ponerle freno.

«La gente está muy cansada. Muchos vecinos han llegado a sentir miedo por la posibilidad de sufrir algún ataque. Cada vez se los ve en grupos más grandes», afirma Alexandra de la Fuente, presidenta de la asociación de vecinos de Cabueñes, una de las parroquias más afectadas por la presencia de estos animales. «No creo que ningún vecino haya puesto el veneno. Aquí lo que hay es resignación por ver cómo la administración no ha hecho nada. Los técnicos son conocedores del problema pero siguen sin aplicar medidas tangibles», se queja.

«Cuestión de tiempo»

En este sentido, desde la zona rural alertan sobre el incremento progresivo de la población de jabalíes, quienes parecen haber encontrado en el concejo el lugar ideal para asentarse. «No es una zona de caza, tienen alimento y espacio para moverse. Están en una situación muy cómoda. Es cuestión de tiempo que pierdan el miedo a los humanos y comiencen a comportarse de forma violenta», explican los vecinos, quienes también ponen el foco sobre el peligro que conlleva para la circulación la presencia de los suidos. «Hay que parar esto ya», insisten.