El delegado de la Xunta en Lugo explica que es una medida excepcional porque aunque la competencia de la seguridad en la ciudad es municipal, hay muchas zonas periurbanas en donde las competencias no están muy claras. Y ante las dudas, la Xunta ha puesto en marcha este plan piloto para ver cuántas capturas se consiguen con estas trampas. Se trata de grandes jaulas en las que los agentes medioambientales depositan maíz y otros productos para que los jabalíes entren a comer. Cuando están dentro, la puerta de la jaula se cierra y puede transportarse sin causar daños al animal.

La Xunta mantuvo recientemente una reunión con el Concello de Lugo para analizar este problema, en la que participaron también la Guardia Civil de Tráfico y representantes de los tecores y de la universidad. Del encuentro salió un acuerdo para que Xunta y Concello limpien la maleza de sus fincas en los alrededores de la ciudad. El delegado explicó ayer que la Xunta ya tiene ejecutada una parte de esta tarea y que el Concello está en ello. Así se evitará que los jabalíes se asienten entre la maleza de esas fincas periurbanas. Si no fuese efectiva la limpieza de las fincas y la captura mediante las jaulas, en el futuro se plantearían otras medidas más drásticas como la caza selectiva.

En algunas ciudades se ha ensayado incluso la caza con arco, por ser una modalidad que se realiza de noche y a muy pocos metros de distancia del animal, sin riesgo para la población.

La presencia de jabalíes en la ciudad de Lugo es ya tan habitual que la población no se asusta, pero los riesgos de infección y contagio, por ejemplo de la peste porcina, son altos. Los jabalíes hozan por las noches en parques por donde al día siguiente transitan perros, niños y adultos que pueden contagiarse.