Ciudad Real 21/01/2019

El director de Cabañeros admite que eliminar la caza del parque «necesitará mucha negociación»
La aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión con las alegaciones admitidas «es inminente», pero el texto todavía contempla la prórroga de esta actividad, que se prohibirá por ley en diciembre de 2020, «al menos como se entiende ahora», explica Gómez Manzaneque.
El parque nacional de Cabañeros, sin Plan Rector de Uso y Gestión desde su declaración en 1995, está a punto de disponer del documento definitivo. El nuevo director conservador, Ángel Gómez Manzaneque, lo tiene sobre su mesa con las modificaciones introducidas en el proceso de información pública, que se abrió en julio de 2016, y confía en que esté en vigor en el primer semestre del año.

Nunca en veinticuatro años de existencia del parque nacional se había estado tan cerca de disponer de plan que regule todos los usos y actividades en el entorno. Pero el documento no acaba con la crucial discusión sobre la caza en el 40% del territorio que es de propiedad privada (la mayoría fincas cinegéticas).

La última reforma de la Ley de Parques Nacionales fijó, no sin polémica, permitir seis años más, de 2014 hasta 2020, la caza en estos espacios protegidos (en la práctica solo afecta a Cabañeros y Monfragüe), pero la prórroga se acaba en diciembre de 2020, el año que viene, y habrá que sacar de nuevo a información pública la cláusula del plan rector de uso y gestión que habla de la caza y el cumplimiento de la ley.

El fin de la caza en Cabañeros: diciembre 2020
“Eliminar la caza de Cabañeros va a necesitar de mucha negociación, no es fácil”, admite Gómez Manzaneque, que afirma que a partir de 2020 “la caza como se entiende ahora no puede seguir”.

En Cabañeros, paraíso del buitre negro, el ciervo y el bosque mediterráneo, la caza es una actividad tradicional cuya práctica se permite en las fincas privadas (trece que detentan el 40 por ciento del territorio) y terrenos públicos del término municipal de Navas de Estena en los que se autorizan una o dos monterías al año de ciervo y jabalí (no de corzo, ni caza menor), no sin polémica, puesto que esos días hay que cortar unas horas la ruta de Boquerón del Estena, lo que ha generado muchas quejas.

Muchas fincas solo existen por la caza
El parque solo hace control de especies en la parte pública, es decir, captura animales en vivo que vende a fincas privadas o empresas que comercializan la carne, “por control de población, para equilibrar el ecosistema”, explica Gómez Manzaneque, pero en las fincas privadas se permite la caza comercial y ahí está el problema de prohibir la actividad, “la razón de ser de muchas de estas fincas es la caza”, subraya.

En opinión del director de Cabañeros, “si no hay caza algo tendrá que hacerse para que hay control de la población de animales, lo contrario no sería bueno para el parque”.

Ciervo autóctono de la península Ibérica
Para cazar a los ciervos que ponen en riesgo el equilibrio poblacional el parque nacional de Cabañeros dispone de capturaderos, “se intenta vender el animal en vivo, nuestros ciervos tienen una genética muy buena, excepcional, genuina de la península Ibérica”, recalca el director conservador.