Según ha podido saber LA VOZ DE AVILÉS, el gobierno regional planteará al ayuntamiento avilesino una actuación conjunta de control de la población de jabalíes, con el objetivo final de ahuyentarlos de las áreas urbanas y mantenerlos alejados para evitar problemas serios de convivencia con las personas.

Medio Ambiente considera que «Avilés va a empezar a tener problemas» con los jabalíes y va a hablar con el Ayuntamiento para alcanzar un acuerdo que permita actuaciones en común más intensas para sacar a los animales del entorno urbano.

La fórmula empleada aún no está decidida, pero el Gobierno regional tiene claro que habría que acudir a la iniciativa privada para la ejecución de las medidas de control de la población de suidos en Avilés y comarca. En este sentido desde la reserva del Principado están superados ante la avalancha de jabalíes en los cascos urbanos y poblaciones de una determinada densidad de habitantes.

Existen varias posibilidades, algunas de ellas testadas ya en otras localidades de Asturias. Por ejemplo, en Noreña, donde el Principado puso en práctica un proyecto piloto que permitía, con la colaboración del Ayuntamiento, la posibilidad de instalar jaulas a modo de trampas y hacer batidas. También hubo un acuerdo de colaboración entre Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Gijón en ese sentido, pero finalmente no llegó a ponerse en práctica.

La fórmula de la captura de ejemplares mediante jaulas ya se ha puesto en práctica en otras zonas, algunas muy próximas a la comarca de Avilés. De hecho, en los últimos años han llegado a instalarse un número reducido de estas jaulas de captura, que se han utilizado especialmente en las inmediaciones de la factoría de DuPont en Nubledo, Caravia y Gijón. Esta medida se ha complementado con una petición desde el Consejo Regional de Caza a las sociedades de cazadores para que incrementen el número de piezas abatidas en cada cacería.

Desde el Principado se pretende avanzar en un mejor ajuste de las zonas de seguridad en los territorios donde la práctica de la actividad cinegética resulta imposible debido a la gran ocupación humana del territorio y colaborar a mitigar el crecimiento del jabalí en los entornos periurbanos.

La actuación conjunta entre Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Avilés incluirá también mensajes lanzados a los ciudadanos, «porque los jabalíes no son peluches», según recuerdan a este periódico fuentes de la Consejería de Medio Ambiente. El reto es que los vecinos no alimenten, se acerquen o asusten a los jabalíes, lo que acompañaría otro tipo de medidas preventivas, como la colocación de cubos especiales en las afueras de la ciudad, la mejora de la señalización vial y el establecimiento de sanciones para quienes les den de comer, u otras de control para la captura de ejemplares con trampas o analgésicos.

El incremento de jabalíes cazados no ha dejado de crecer en los últimos años en Asturias, según datos de la Dirección Regional de Recursos Naturales, lo que ha permitido que los expedientes tramitados por daños de jabalí y su importe se hayan reducido desde 2007, año en el que se produjo el máximo histórico. El Principado considera que sin su caza, los jabalíes crecerían a un ritmo anual del 89%, porcentaje que se reduce al 7,32% en las zonas con actividad cinegética.

En los entornos de La Fresneda, en Siero, Corvera, Gijón y Avilés es donde más ha aumentado la presencia de jabalíes, especie que actualmente está presente en los 78 concejos de la región.

Problemas de seguridad
El incremento de jabalíes urbanos es un problema emergente en estas dos últimas décadas que se ha visto favorecido porque en las ciudades encuentran alimento, agua y refugio en épocas desfavorables, según reconoce el ejecutivo regional. A esto se une la adopción en los últimos años de medidas cuestionables de restricción de la caza, lo que por ejemplo en el caso de la comarca de Avilés ha favorecido la concentración de animales en auténticas 'reservas', como en los montes del entorno de DuPont en Corvera, desde donde los suidos campan a sus anchas hacia otras zonas próximas, sin respetar fincas privadas, carreteras ni entornos urbanos. Su presencia es casi diaria, sobre todo en horario nocturno, en vías de acceso a la autovía AI-81, la rotonda de Trasona y otro tipo de vías secundarias.

Al otro lado, en Castrillón, la situación de expansión es muy parecida. Además, este incremento exponencial de jabalíes afecta también al casco perirurbano y urbano de Avilés y ha provocado ya más de un accidente en la Variante, con importantes daños en los vehículos. Otras zonas como Valliniello, La Lleda, Buenavista o La Magdalena han visto incrementada la población, hasta el punto de aparecer grandes ejemplares en barrios como el de San José Artesano, donde un ejemplar tuvo que ser abatido hace meses por la Policía Local de Avilés.