Hace ahora 20 años, cuando en España se comenzaba a hablar de planes de gestión cinegética y de caza sostenible, los cazadores alaveses, de la mano de la Diputación Foral de Álava, daban un paso al frente y se convertían en los pioneros de un modelo de ordenación de los recursos naturales que, al final, se ha ido implantando en el resto de las autonomías. Sin duda, la creación de la Asociación de Cotos de Caza de Álava (A.C.C.A.) fue una apuesta fuerte de una Administración que depositaba en manos de los cazadores la responsabilidad de la autogestión de su propio recurso. Fue la solución a la necesidad imperiosa de implantar unas líneas de manejo de los recursos que, sobrepasando las lindes de los cotos de caza, abordaran la planificación territorial en grandes unidades cinegéticas. Y loable fue sin duda la respuesta de los cazadores, conscientes de que la gestión moderna de los recursos naturales requiere una implicación material y económica a la altura de las circunstancias. Casi sin saberlo Álava fue pionera en la instauración de una entidad de custodia del territorio cuya fortaleza y seriedad ha imperado todos estos años y, seguramente, ha sentado las bases conceptuales de la actual Ley de Patrimonio y Biodiversidad a nivel de todo el Estado.
Durante 20 años esta administración cercana, que ha sido A.C.C.A., ha satisfecho las necesidades de unos cazadores ávidos de cambio y ha sabido relacionar, como nadie, la sostenibilidad del aprovechamiento con la buena salud de los ecosistemas. Han sido innumerables los responsables autonómicos y los gestores de cotos que en estos años han pasado por Álava para intentar copiar el modelo. Asturias, Galicia, Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía, Extremadura…son regiones donde la semilla del modelo alavés ha arraigado con notable éxito, y de ello es consciente la UNAC (Unión de Asociaciones de Caza), lo que sin duda ha consolidado el modelo de caza responsable y sostenible en España.
Pues bien, después de una andadura de tantos años, ahora, la Diputación Foral de Álava, la misma que impulsó la creación de este exitoso modelo de entidades de custodia y conservación a través del fomento del recurso cinegético, parece estar dispuesta a revocar el proyecto y poner la gestión, de nuevo, en manos de personas cuyos intereses parecen estar muy alejados del respeto a una caza tradicional y de conservación. Las noticias que nos llegan desde Álava son muy preocupantes y ponen en serio peligro la continuidad de A.C.C.A. Y desde la UNAC, asistimos atónitos, una vez más, a una reacción política cuyos intereses distan mucho del interés de la conservación de un recurso natural tan valioso como el cinegético. ¿Porqué cambiar un modelo que lleva funcionando a la perfección durante tantos años y que ha conseguido la plena satisfacción de administradores y administrados? ¿Cuáles son los oscuros motivos que dirigen la voluntad de nuestros políticos que anteponen sus propios intereses y los de sus amigos a los del resto de la ciudadanía? Y lo que es peor ¿cómo es posible que ahora, de golpe y plumazo, pretendan volver a los errores del pasado que los cazadores han conseguido superar?
Ciertamente el futuro de la Asociación de Cotos de Caza de Álava está en el aire, pero lo verdaderamente preocupante es la puesta en peligro de un modelo de sostenibilidad y buen hacer que compromete seriamente la continuidad de la caza en Álava y quizá en el resto del Estado, si cunde el ejemplo. Desde la UNAC, esperamos que nuestros políticos entren en razón y no demuestren, una vez más, el desprecio radical por una actividad, como es la cinegética, que, en manos expertas, es una herramienta útil de gestión y conservación de nuestros ecosistemas ibéricos.
UNION NACIONAL DE ASOCIACIONES DE CAZA.
D. Antonio Mota. Secretario de la UNAC. 3 de Mayo de 2010.