La Unión de Tecores de Galicia desarrolló una jornada formativa doble durante el pasado fin de semana para los cazadores de Lugo (Ferreira de Pantón) y de Pontevedra (A Cañiza) que se centró en dos asuntos de vital importancia como son los riesgos sanitarios que puede provocar el ejercicio de la caza y la gestión de las poblaciones de conejos.

En lo referente a la prevención de los riesgos sanitarios durante el ejercicio de la caza se contó una vez más con la colaboración inestimable del Presidente de la Asociación del Corzo Español, Gerardo Pajares, que dio una clase magistral sobre dos graves enfermedades que pueden contraer los cazadores a través de las picaduras de las garrapatas: Enfermedad de Lyme y Ehrlichiosis. Se describió la forma de actuar para quitarlas de la piel (nunca dejando que sean ellas las que se suelten al quemarlas con cigarros o aplicando aceites…) y el sencillo tratamiento médico de estas enfermedades que pueden convertirse en crónicas para el cazador que las contrae. Gerardo Pajares insistió en la necesidad de utilizar guantes de látex para manejar las piezas de caza muertas para evitar entrar en contacto con su sangre, heces y otros fluidos vitales; así como de la cantidad de parásitos que pueden contraer los perros de los cazadores cuando se les deja comer las vísceras de los jabalíes y corzos abatidos.

Pero el plato fuerte de la jornada formativa doble vino de la mano del Científico del Centro Superior de Investigaciones Científicas D. Rafael Villafuerte Fernández que explico a todos los cazadores de UNITEGA el proceso que se siguió en la famosa Finca de Melonares (Sevilla) para recuperar las poblaciones de conejo sin utilizar ningún tipo de vacunación, desarrollando la auto inmunidad, y que actualmente se empieza también a aplicar en cotos de caza gestionados por sociedad de cazadores andaluzas bajo su supervisión. La clase magistral que dio el Científico del CSIC sirvió para que todos los cazadores de UNITEGA entendieran que es necesario empezar a trabajar para conseguir la autoinmunidad de los conejos mediante la creación de núcleos de alta densidad y la mejora de los hábitats donde estos se encuentren, ya que las peligrosas expectativas que se están creando en los últimos años sobre la vacuna recombinante del conejo están empezando a producir unos «preocupantes efectos secundarios» sobre los cazadores y gestores de los tecores gallegos, que en muchos casos han abandonado durante este año las labores de desbroce del matorral y otras mejoras del hábitat del conejo que venían haciendo desde hace varias temporadas para sentase y esperar a la recuperación milagrosa que dicha vacuna obrará en las diezmadas poblaciones de conejo en breve.

UNITEGA quiere aprovechar la ocasión para hacer sonar la alarma ante esta preocupante situación que más que una vacuna para el conejo se está convirtiendo en una auténtica «vacuna del cazador», con efectos relajantes entre la cinegética, y que se transmite por vía oral de unos cazadores a otros con asombrosa facilidad (efecto recombinante también).

El Profesor Villafuerte dejó bien claro que la vacuna recombinante no será efectiva mientras no consigamos al mismo tiempo núcleos de alta densidad de conejos que les permitan salir de la «trampa de la predación» y apliquemos también de forma simultánea programas de mejora del hábitat y control de los depredadores que duren verdaderamente en el tiempo. En esta misma dirección están empezando a trabajar otras asociaciones integradas en UNAC – UNION NACIONAL DE ASOCIACIONES DE CAZA, como son la Asociación para la Conservación de la Naturaleza y la Caza de Extremadura – ACONCAEX, que ya estudia desarrollar un proyecto similar al de Melonares con ayuda de la Universidad de Extremadura.

 

 

 

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