Victor Mascarell. Presidente de ADECACOVA. 26/11/2005. Valencia.

En reiteradas ocasiones y públicamente he pedido, algo que también han hecho muchas Sociedades de Cazadores a la Administración, que se igualen los precios y requisitos entre licencias de caza y pesca, cuestiones que considero injustas e incomprensibles, pues las dos actividades tienen las mismas connotaciones ambientales, aunque eso sí sobre especies diferentes.

Veamos que indica la Generalitat Valenciana, sobre la Licencia:

-La licencia de pesca (7,77 euros) se podrá solicitar a cualquier edad pero hasta los 16 años se necesita la autorización paterna. Los menores de 14 años y/o jubilados no pagarán tasas.

-Para la licencia de caza (sin armas Tipo B: 9,71 euros) se necesita ser mayor de 14 años, necesitando la autorización paterna hasta la mayoría de edad.

Vemos que la licencia de pesca un menor de 14 años la puede obtener a cualquier edad (...10, 11, 12, ó 13 años, edades importantes para aficionarse e inculcar valores y responsabilidades), y no se pagan tasas, pero para la licencia de caza sin armas Tipo B se necesita tener 14 años. Peor ocurre con el agravio comparativo que existe con los jubilados, ya que los que cazan pagan la licencia de caza, y los jubilados que pescan la tienen gratuita, además, es más cara la licencia de caza que la de pesca.

Por ello uno se pregunta:

¿Qué diferencia hay entre un joven que sale al monte con el perro atado, y allí con las manos en los bolsillos mira como su perro caza, con uno que sale al río con su caña al hombro, y allí con las manos en los bolsillos mira como su caña pesca?, además ¿que diferencia hay entre un jubilado que caza, con uno que pesca para que exista una DIFERENCIA TAN EVIDENTE en cuanto a requisitos, tasas y precios?

Y si hablamos de sacar una licencia, he de decir que su obtención es un calvario. La Administración, la cual obtiene unos ingresos anuales por Licencias nada despreciables (según los presupuestos de la Generalitat, de 1,460.120 euros -sin contar otros ingresos que obtiene de la Caza-), tiene un sistema para la obtención de licencias de caza o pesca arcaico y del siglo pasado a disposición de los interesados: no hay ni impresos en internet, en los edificios habilitados para obtenerla tienes que desplazarte hasta ellos, sacar número alguna que otra vez (como en la carnicería), pedir los impresos (solicitud y tasa) y cumplimentarlos, y aportar todos los años fotocopia del DNI y del seguro, junto con la solicitud y la tasa ya pagada en el Banco. Pero si esto lo hace una sociedad de cazadores, para sus socios, debe llevar además de lo dicho, un disquete con todos los datos ya pasados de ellos, para facilitarle el trabajo a la Administración y esta le expida las licencias de caza. Vamos, todo un suplicio y una burocracia: con los medios tecnológicos e informáticos que hay hoy en día. Para qué dar soluciones al respecto, si solo nos oyen pero no nos escuchan.

Y uno se sigue preguntando, solo con la consideración de que la Caza forma parte de nuestra cultura, historia, patrimonio y de nuestras peculiaridades como Valencianos, ¿cuándo la Administración fomentará la Caza, apoyará a los cazadores menores de edad, no agraviará a los cazadores jubilados, y hará las cosas fáciles, prácticas, cómodas y sencillas para los 85.000 ciudadanos cazadores de la Comunidad Valenciana, que todos los años pagan y se sacan la licencia de caza? ¿Será que la Administración escucha a quien tiene interés en que siga así, para seguir chupando de la ubre, o tal vez será que está falta de ideas o voluntades?

 

 

 

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